Estos últimos tres días nos hemos reunido toda la familia para el cumpleaños de mi abuela.
El trayecto de Barcelona a Logroño en coche duró 5 horas, y cuando llegamos comimos y jugamos a la brisca con una baraja. Dicen que es bueno para la memoria jugar a las cartas, y no hemos hecho otra cosa.
El día 13 era el 84 cumpleaños de mi abuela Elena y también el 41 cumpleaños de mi tío Toni. Fuimos a comer a Galilea, donde mis tíos tienen una casa nueva muy grande y bonita, con huerto y todo. En la mesa sólo habían platos con chorizo, chistorra, morcilla y cara de cerdo. Me daban ganas de hacerme vegetariana. En total éramos 19 personas las que estivimos de la mañana a la noche comiendo pastel milhojas, matando moscas, jugando a los dardos o a la pelota, y a la brisca con mi abuela, que para las cartas parece que si se acuerda.
Al día siguiente mis padres se levantaron pronto para ir a una outlet y comprar una plancha nueva. Volvimos a Galilea para comer, esta vez con comida más para mi gusto: ensalda, bonito, patitas de cordero y mucha fruta de postre.
Luego carretera y manta. Teníamos que volver a Barcelona y seguímos a mi tío Pablo, el que cuando llevabámos 4 kilómetros de viaje ya se equivocó y nos separamos, hasta que nos encontramos en una estación de Pina para descansar cuando llevábamos 2 horas y media.
Comimos un poco y volvimos al coche. Pasó poco tiempo y mi tío se despistó, pasándose unas cuantas salidas. Cada vez nos alejábamos más hasta que mi padre tuvo que preguntar en un peaje sobre la autovía. El resto del viaje hiba mi padre en cabeza y mi tío siguiéndole.
Creo que la vuelta fueron 5 horas y media.
Siempre es duro y caro ir tan lejos, pero ver a mis abuelos no tiene precio.
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Un saludo a tu abuela y espero que fuera todo bien.
ResponderEliminarGracias por leerme he visto que si no escribía un comentario tu gata engordaría no? :P Qué gracia!